Reflexiones de mi vida a los 34

Después de 20 años viviendo en Canadá, siento muchas cosas que he tratado de ignorar y reprimir por el bien de “acostumbrarme” a la cultura Norteamericana. Siento que con mi reciente visita a Cuba, aunque fue muy corta, recordé una parte de la mujer que yo siempre he sido y que había dejado atrás. 

Llegamos a Canadá con mi familia cuando yo tenía 14 años. Le agradezco a mi mami por ser tan valiente y fuerte que nos trajo a este país sola sin saber mucho inglés y se puso a trabajar muy duro por todo lo que tuvimos como niños. Yo siempre he sido una persona carismática, y como una adolecente, yo quería nada más que poder hacer amigos con todos los Canadienses y encontrarme en el centro de los grupos más populares en la escuela. 

Pero ahora ya he tenido 20 años de experiencia, y la verdad es que mi cuerpo y alma no puede negar que todo este tiempo yo simplemente he vivido una ilusión. Esta versión de mi que yo invente para sobrevivir en este país, ha causado que no haya vivido completamente. Este mundo de adorar a las riquezas materiales, esforzandoze tanto al puto que la familia viene segundo al trabajo. Yo encuentro que soy feliz con muy poco y lo único que quiero es estar rodeada de la gente que quiero.

En Cuba, me sentí mucho más cerca de mi cultura, que es alegre, fiestera, celebrando cualquier evento, y feliz con cosas simples. Nuestro idioma es hermoso y expresivo. Nuestra musica – no hay nada como ella. Si tu te encuentras leyendo esto como mi amigo Chileno o Sudamericano, a lo mejor piensas que tu país te ha fallado, y eso si puede ser…injusticias pasan todos los dias, pero te quiero decir que no existe nada más bello que nuestra cultura. 

No vale la pena esconder quien eres para satisfacer a otra gente. Estoy redescrubriendo a mi misma, celebrando mis raíces, escuchando más música latina, tomando vinito rico Chileno, cocinando con nuestros sabores y conectándome con gente latina. Espero algún día poder volver a Chile y encontrarme con todo lo que amo. Cuba fue una experiencia mágica.  Nunca es muy tarde para despertar en la vida, eso lo estoy aprendiendo día a día.

 

Humildemente, 

M.